jueves, 6 de diciembre de 2018

Una redada

14 de Noviembre
Estaba haciendo una redada a unas intrusas que se hacían pasar por videntes, señoras que los estafaban a todos. Pensé que quizás si sabrían lo que hacían y dejé que una de ellas me tiras las cartas, al fin y al cabo si tenían poder sabrían a qué había venido, cuando terminó me levanté con aplomo y unq tranquilidad perturbadora y al oído le dije "se acabó". Algo de intuición al menos tendría cuando se puso nerviosa y se levantó a hablar con sus compañeras mientras yo miraba piedras y demás artilugios del puesto que tenían allí montado.

Tube que escribir todos esos nombres de los que allí había, ni que estuviera haciendo la redada de un puticlub. Nombres y apellidos de gente que conocía y tenían cara pero...ya no las recuerdo...quizás en la vida real no las conozco.

No sé ni como pasó pero me encontré en un edificio cerca de allí, un tío quería matarme por haber desvelado eso y no dejar testigos matando a los inocentes que allí había. Ese hombre estaba en una habitación cerrada sin amenazar a nadie pero los iba a matar, lo vi, lo sentí y casi saboreé el olor a sangre que iba a dejar...
Conseguí que los inocentes salieran pero...era extraño... sabía que el tipo era malo pero estaba como dormido de pie con la cabeza agachada...no le veía la cara...
Alguien me observaba pero no era el hombre que nos iba a matar a todos...pero tampoco iba a ser de ayuda, de eso estaba segura.
De repente alguien que sentía tan cercano como un tío se interpone a una bala que iba para mi... Le tapo la herida con la mano pero no para de sangrar, noto mis lágrimas caer y el dolor en mis ojos... 
Le han disparado en el estómago, se puede salvar pero el que me observaba no me ayuda...

Caigo al suelo y el hombre que es mi tío se pone sobre mí, de frente, dándole la espalda al que me quiere matar...esto no está pasando me repito.
El sonido de la carne rdesgarándose una y otra vez...creo que conté tres veces...tres puñaladas en su espalda por protegerme.
Me siguen intentando matar, ese ser al que no puedo verle la cara, pero da igual, tengo que sacar a mi tío de allí... Lo levanto mientras me siguen observando sin prestar la más mínima ayuda ni rastro en su cara de pena.
Lloro, grito...por favor no te mueras... Y me despierto de esa pesadilla, si es que fue eso...porque aún recuerdo las puñaladas...

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